El clima en Sevilla |
Sevilla es una ciudad calurosa y casi nunca necesitará un abrigo para entrar en calor. Situada más o menos en el centro de Andalucía, la cuota de sol de Sevilla supera ampliamente la media. La ciudad disfruta de un clásico clima mediterráneo. Los veranos son calurosos, los otoños y los inviernos un poco más frescos, y la primavera es muy agradable, con temperaturas suaves que acompañan a flores exuberantes y a naranjos en flor. Si busca calor y sol, entonces el clima de Sevilla le encantará. Empecemos por el verano. La ciudad se vacía en julio y agosto debido a que las temperaturas pueden alcanzar los 40-45º C. No llueve demasiado y la vida diaria se limita a las actividades matinales y nocturnas, con la mayoría de la población refugiándose por las tardes en sus casas del inaguantable calor. La vida en Sevilla puede describirse como nocturna y los ciudadanos y los visitantes sólo se atreven a salir por la noche. Con la llegada del otoño se aprovecha más el día. Las temperaturas refrescan y pueden alcanzar los 15-20º C, lo que hace que sea un clima más apropiado para visitar la ciudad. Llueve con más frecuencia en invierno, y las temperaturas invernales oscilan entre los 5º y los 15º C. Puede que necesite unas prendas más gruesas, pero no hace falta que se traiga el anorak, a menos que tenga intención de ir a las montañas de Sierra Nevada. La primavera es la mejor época para visitar Sevilla, con temperaturas suaves y muchos días soleados y menos lluviosos que en otoño o invierno. En la capital de Andalucía nunca hace mucho frío, pero no se puede decir lo mismo del calor. Mejor evite los meses de julio y agosto si ha planeado un itinerario apretado. El otoño y la primavera ofrecen temperaturas razonables y grandes cantidades de sol, lo que le permitirá deambular por las calles, las plazas y los paseos al lado del río sin acabar agotado por el calor. |