Guarda, Serra da Estrela, Portugal |
Guarda, ubicada a 1.056 metros de altura entre las montañas de la Serra da Estrela y dotada de maravillosas vistas de 360º sobre los paisajes que la rodean, es la ciudad situada a mayor altitud del Portugal peninsular. Aunque su altitud y su proximidad a la frontera española la convirtieron en un histórico punto de defensa, que a su vez explica los orígenes de su nombre "guardián”, aquello que mejor caracteriza a esta ciudad son la belleza y la serenidad de sus paisajes, así como la pureza de su aire fresco. Los solemnes edificios de granito que se erigen en el centro histórico de la ciudad y los paisajes montañosos que lo rodean presentan una fusión basada en una perfecta armonía. Las sólidas líneas de la Sé Catedral del siglo XIV, la Torre de Menagem (única evidencia que continúa en pie del castillo del siglo XII), la Torre de Ferreiros, los restos de las murallas del perímetro de la ciudad del siglo XIII erigidas bajo las órdenes del Rey Sancho I y las casas de granito del barrio judío son claros ejemplos de ello. La iglesia del siglo XVII, la Igreja da Misericórdia, ampliamente apreciada por su belleza, parece un edificio moderno en comparación a los anteriores. El barrio judío del siglo XIV, situado en el centro de la ciudad histórica, es un laberinto de pequeñas calles adoquinadas y flanqueadas por casas de granito al que sólo puede accederse andando. Esta es una fascinante y encantadora zona en la que podrá admirar signos crípticos incrustados sobre algunas de las puertas de las casas, con los cuales se indicaba la existencia de antiguas sinagogas judías, o bien las cruces que simbolizaban a familias judías convertidas al cristianismo y que tenían por finalidad evitar las visitas de la Inquisición. No se pierda tampoco el toque de romanticismo que caracteriza la famosa casa donde solían citarse en secreto el rey portugués D. João I y la bella hija de un zapatero judío con la que el rey tuvo un hijo ilegítimo. Guarda también es el lugar perfecto desde donde explorar los históricos pueblecitos y localidades que salpican las colinas de las cercanas montañas. Lo que una vez fue un auténtico fortín medieval, hoy conserva un gran número de impresionantes monumentos o incluso muestras de su antigua grandeza, además de albergar una gran cantidad de interesantísimas atracciones. Celorico da Beira es la capital del famoso queso regional, el queijo da serra, y donde además se celebra anualmente un festival de quesos; Monsanto se ha ganado el sobrenombre del “pueblo más característico de Portugal”, y en él se cuentan historias de romanos, moriscos y caballeros templarios; Linhares, también de origen romano, es un fabuloso lugar para practicar el parapente; Seia alberga un famoso museo de pan; localidad balneario de Manteigas le ofrece la posibilidad de practicar el esquí y el snowboarding a lo largo de sus colinas artificiales; y el cercano Parque Arqueológico del Valle de Côa contiene la mayor colección del mundo de gravados al aire libre de la Edad de Piedra. Las delicias gastronómicas de Guarda sólo pueden que hacer justicia a todo lo que caracteriza a esta maravillosa región, donde la buena comida es casi una necesidad. El cabrito asado, el cordero y las carnes y salchichas ahumadas son auténticas especialidades, aunque los platos a base de pulpo y bacalao son igualmente populares. Y, claro está, el orgullo de la región, el queso de la Serra da Estrela, da ese toque final tan perfecto y especial a cualquier comida. Guarda está majestuosa ubicada sobre una llanura tan serenamente rodeada por fabulosos paisajes como totalmente distante de los muchos conflictos y amenazas que marcaron sus orígenes. Lo que antiguamente era un bastión de la defensa portuguesa, es hoy una invitación a entrar dentro de sus murallas con el fin de hacerle disfrutar de lo mejor de la Serra da Estrela. |